En la vida hay ciertas instituciones, grupos, etnias, etc. de las que formamos parte, son grupos que damos por hecho, que están ahí. Y lo malo de dar por hecho es que dejamos de reconocer las cosas buenas y nos quejamos sin parar de las malas.
Este fin de semana mi familia me dio una lección, como si el ente (si la familia fuera una sola cosa) me agarrará a bolsazos por haberlos dado por hecho.
El sábado llevé por primera vez a Mr. Cool a un evento familiar y cómo es normal pues de pronto me entraba el nerviecito de que algún pariente le intenseara. Nunca falta la tía que con un par de tequilas se descose y suelta el típico me la cuidas mucho, yo a esta niña la quiero mucho y no voy a dejar que bla bla bla bla. O el primo lejano que habla sin parar y de cosas aburridísimas y no encuentras como callarle la boca y así se me ocurren un sin fin de situaciones que, a 5 minutos de llegar, no parecen tan remotas. Lo mejor es que me di cuenta me Mr. Cool de pronto es Mr. Ojalá y sí fuera tan Cool, seguro él tenía otras situaciones en mente pero que también le daban nerviecito, segurito pensaba, tápate niña tápate que tu papá me va a ver horrible, pasas de verte bien buena con tu minifalda a muchacha rabona ésta. Ay pobre.
El caso es que ninguna de las fantasías que rondaron por nuestras mentecitas se cumplieron, al contrario, la pasamos increíble, nos reímos, platicamos y hasta cantamos y por eso me siento profundamente afortunada, por tener una familia unida, divertida y alivianada y por estar con un hombre capaz de caerle bien a las piedras, un encanto. Así que prometo no darlos por hecho y agradeceré todos los días por tenerlos a todos en mi vida y me aplaudo por haberlos elegido (porque eso de que a la familia no se escoge es mentira cochina).
Este fin de semana mi familia me dio una lección, como si el ente (si la familia fuera una sola cosa) me agarrará a bolsazos por haberlos dado por hecho.
El sábado llevé por primera vez a Mr. Cool a un evento familiar y cómo es normal pues de pronto me entraba el nerviecito de que algún pariente le intenseara. Nunca falta la tía que con un par de tequilas se descose y suelta el típico me la cuidas mucho, yo a esta niña la quiero mucho y no voy a dejar que bla bla bla bla. O el primo lejano que habla sin parar y de cosas aburridísimas y no encuentras como callarle la boca y así se me ocurren un sin fin de situaciones que, a 5 minutos de llegar, no parecen tan remotas. Lo mejor es que me di cuenta me Mr. Cool de pronto es Mr. Ojalá y sí fuera tan Cool, seguro él tenía otras situaciones en mente pero que también le daban nerviecito, segurito pensaba, tápate niña tápate que tu papá me va a ver horrible, pasas de verte bien buena con tu minifalda a muchacha rabona ésta. Ay pobre.
El caso es que ninguna de las fantasías que rondaron por nuestras mentecitas se cumplieron, al contrario, la pasamos increíble, nos reímos, platicamos y hasta cantamos y por eso me siento profundamente afortunada, por tener una familia unida, divertida y alivianada y por estar con un hombre capaz de caerle bien a las piedras, un encanto. Así que prometo no darlos por hecho y agradeceré todos los días por tenerlos a todos en mi vida y me aplaudo por haberlos elegido (porque eso de que a la familia no se escoge es mentira cochina).
2 comentarios:
aaay claro q tienes una familia increeeíbleee
y un Mrcool a todo dar!!!
te los supermereces a toooooditoscompletitos!
besote!
tq
Sh
Muchas gracias chula!!!!
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