miércoles, 27 de mayo de 2009

Encontrando claridad en el miedo

Normalmente el miedo es este callejón obscuro, sin salida. Cuando permanecemos mucho tiempo ahí se convierte en pánico y aparecen monstruos como ansiedad, apego, ego y una infinidad de cosas chafísimas del Ser.

Ahora que perdí mi trabajo entré en un círculo poco amable en el que me sentí inútil, tonta y poco merecedora. En mi cabeza estaba todo muy claro, “son decisiones ejecutivas”, “no tiene que ver conmigo ni con mi capacidad,” pero estaba negando a mi niña que se sintió ridiculizada y carente de aprobación. No me dí el tiempo de sentir el dolor del rechazo. Fui a buscar aprobación con mi familia y exigí atención de mi pareja esperando que él estuviera para mi cuando y como yo quería. Obviamente mis expectativas no fueron cubiertas y entonces me sentí profundamente traicionada, pensaba que él era un desconsiderado y poco compasivo pues no estaba viendo que yo lo necesitaba cerca pero mi personalidad de mujer “independiente e inteligente” no me dejó expresar mi enojo y entonces me comuniqué a través de mi rabia contenida y mi ansiedad por tenerlo cerca para sentirme segura.

Evidentemente esto sólo generó que él se alejara más, nadie quiere estar cerca de una histérica enojada, y pues ay les encargo el numerito en mis adentros, entré en pánico, tenía una urgencia por verlo y mandarlo a volar, yo me estaba convirtiendo en una persona que me cae fatal y con eso si no puedo. Por mucho crecimiento personal, consciencia, trabajo y demás cuestiones que me hacen creer que soy bien pinchi chingona. No pude evitar señalarlo como culpable y me encontré en el lugar menos responsable y más deshonesto en el que he estado. Y de una forma espantosa lo mandé a volar, sin siquiera verlo a la cara.

Un par de horas después me di cuenta del lugar en el que estaba, me di cuenta de que no quería perder mi relación y me di cuenta que quería ocuparme de mi y por primera vez en 30 años tome el teléfono para pedirle ayuda a mi mamá en cuestiones de pareja. No fue un grito de auxilio de hija desvalida pidiendo que su mami le haga un caldito de pollo, siento que fue de mujer a mujer, queriendo entender lo que me estaba pasando. El resultado ha sido la experiencia más gratificante, mi madre tiene una forma de manejar esto que me pasa que me está funcionando y no siento juicio de su parte, así que no tengo el nerviecito de que si seguimos juntos luego mi familia no va a querer a mi pareja. Hoy me siento muy cerquita de mi mamá y no siento la necesidad de ser “independiente” de mi familia.

El proceso no esta siendo fácil, tengo tiempo para sentir todo el día, no me tengo que obligar a aparentar estar bien durante 8 horas de trabajo y, sí, me siento abandonada, sí, estoy en soledad, sí, tengo miedo de perderlo y sobre todo, sí, me duele. Ese dolorcito que nos da en el pecho, que nos aprieta el corazón ,que nos vacía las entrañas . La diferencia es que esta vez no estoy juzgando mi dolor, me estoy permitiendo sentirlo y hace unos minutos entendí que solamente a través de experimentar este dolor y este miedo puedo reconfortarme a mi misma y repetirme que me tengo a mi. Únicamente en este lugar puedo ver que no me lo hace si no que así le hace. Nada más aquí puedo ver y respetar ambas formas de ser, la mía y la suya y desde aquí sí puedo decir que no quiero que cambie que lo quiero así como es. Yo me perdono por el circo y me celebro por permitirme ser vulnerable con todo y el miedo a salir lastimada, con todo y el miedo a estar sola, primero porque si sucede abriré bien los ojos para aprender la lección y finalmente porque , como dijo el Dr. Richard Webber (de Grey´s Anatomy, ah cómo son sabios) tener miedo significa que tenemos algo que perder.

lunes, 18 de mayo de 2009

Cuestión de Enfoques

Dicen que todo depende del cristal con que se mire, yo estoy de acuerdísimo por las siguientes razones.
Primero. Cuando pasa algo nunca sabes si es buena o mala suerte. Ejemplo: hace 15 días me corrieron (echaron, para los lectores trasatlánticos) de mi trabajo en ese momento estaba segura que me tocó la mala suerte de estar en el lugar equivocado, hoy no tengo trabajo pero poco a poco van saliendo proyectos que me permitirán mantener mi ritmo de vida, ahora soy dueña de mi tiempo y trabajo para mi, eso sin lugar a dudas es muy buena suerte.

Segundo. Todo está en la actitud. Cambiar de actitud o actuar de cierta manera ante una situación es elección propia incluso cuando elegimos no elegir. Ejemplo: Ayer estaba en campaña de azotamiento con Mr. Cool, por un lado porque soy un Festival de hormonas y he estado misty (cuando se te salen las lágrimas hasta con los comerciales) toda la semana y por otro porque él está en su viaje y no me ha invitado. Ahora estoy tranquila estoy segura de lo que quiero y elijo cambiar mi actitud ante la situación, Mr. Cool volverá de su viaje cuando tenga que volver y ya negociaremos lo que tengamos que negociar.

Tercero y último. Cada quien habla de cómo le fue en la feria. Tenemos memoria y lo que nos pasa influye en nuestras respuestas, a veces esta padre porque aprendemos la lección y respondemos diferente y otras preferiríamos reiniciar nuestra máquina y borrar el caché (memoria de la computadora) para no siscarnos ante ciertas situaciones que se parecen a aquellas que permitimos nos hicieran tanto daño. Ejemplo simple: 2 caballos caen en una zanja y se lastiman, la siguiente vez que los caballos se encuentran frente a la zanja caballo 1 se detiene y la rodea mientras caballo 2 se pone nervioso, relincha y repara tanto que se lastima, la única pregunta es qué caballo quieres ser.

En resumen, somos dueños de nuestro presente y es sólo aquí en donde podemos cambiar cosas, mi consejo -y lo digo para mi- es: Cada vez que lo creas necesario respira, cambia el enfoque y sigue.