martes, 28 de octubre de 2008

Mi punto g está al final de la palabra SHOPPING

La mejor manera de quitarte la ñañez (ese estado en el que se esta tristita, de malitas y con la peor fiaca) es ir de compras, más que de compras a cazar un algo que te vuelva loca, que te haga sentir orgullosa de haberlo encontrado.

El fin de semana pasado me lancé, junto con Ms Terrores, a la caza de ese algo . Llegamos a la conocida tienda española con nombre de mujer y falta de ortografía dispuestas a encontrarlo y lo hicimos pero no en nuestras respectivas tallas. Y es que es tan fuerte cuando te enamoras de unos tenis de charol, con trabitas en lugar de agujetas, que hay que perseguirlos cuanto sea necesario. Así que fuimos a otra sucursal de la dichosa tienda y ahí estaban esperando por mi y no estaban solos, los acompañaban unos jeans morados taaaaan noventeros que no pude dejarlos ahí abandonaditos.

Hoy, con mis jeans morados y mis tenis de charol, me acordé de la última vez que me había comprado unos jeans de colores chillantes y casualmente estaba también con Ms Terrores sólo que era 1991 y yo tenía 12 años. Entonces, con 100 dólares me alcanzaba para un guardarropa nuevo (eso sí, en tiendas de mucho descuento, harto sale dice), regresaba del gabacho con una mochila llena de dulces y una sonrisa de oreja a oreja. Eso no ha cambiado, sigo sonriendo después de una buena compra.

No hay comentarios: