Oh señor sálvanos

El día que en Estados Unidos transmitan una toma de posesión de un presidente mexicano estaré corriendo al manicomio para internarme y nunca más salir al mundo.

Es increíble la cobertura de los medios mexicanos en la asunción (al cielo) al poder de Barack Obama. Vale, es un hecho histórico, se trata del primer presidente de los EEUU con origen africano, vale, el futuro económico de México depende en gran medida del rumbo que tome la economía norteamericana, vale, vale sigamos la nota.

Me acuerdo cuando era chiquita y algo pasaba, mi hermano siempre me decía, no te preocupes al rato viene mi mamá. Esta frase me calmaba pensando que mi madre todopoderosa resolvería los infortunios que me aquejaban. Normalmente ella era capaz de encontrar la solución o por lo menos le hablaba al que sabía de aquello y listo, no había más problema. De vez en cuando ella no podía hacer nada, me decía que así era la vida y ni modo, a veces simplemente no se puede.

Creo que el sentimiento general hacia Obama es el mismo que yo tenía de niña, nomas que llegue Barack se acaba el problema. Pero, ni Obama es mi madre, ya quisiera (él), ni el problema es que ya no hay cereal para cenar. El hombre es inteligente, por lo menos más que Bush, le echa ganitas y aparenta tener idea de lo que está haciendo , a diferencia de su antecesor, pero es un hombre al final. Y al principio. Tiene cómo todos el 50% de posibilidades de cagarla o de salir en hombros, cada día, cada vez, cada bronca, cada crisis.

En fin, en este día “histórico” nada cambia, seguimos en crisis, hay que seguir dándole, hay que seguir ahorrando. Ya mañana veremos de a cómo nos tocará.